¿Qué
es la observación?
La observación
es una especie de herramienta que se puede manipular por parte del maestro en
el momento oportuno y en función de la que planea como trabajo. No se puede
hablar de observación cómo, sí fuera un tiempo previo, neutro e intercambiable
sin importar cuáles
sean las situaciones, una simple fase de familiarización
para satisfacer una primera curiosidad.
¿Por
qué se dice que la observación no puede ser puntual y carecer de un
seguimiento?
Porque los más pequeños pueden estar interesados en cualquier
clase de objeto, esta dispersión es deseable: se trata simplemente de variedad,
de un despertar sensorial, del placer y las oportunidades de intercambiar
palabras, de adquirir vocabulario. Con los más grandes, es decir,
progresivamente desde la sección media, se procede de diferente manera y
seguramente sería útil que el consejo de maestros tomara en cuenta
reparticiones. Que al repetirse se complementen y terminen por construir un
auténtico hábito de observación.
En la
terminología actual, eso se llamarla trabajar una competencia transversal. Es
extremadamente difícil separar una competencia de la acción en la cual se
manifiesta: en efecto, se corre el riesgo de postular una especie de
"facultad", ya que no se puede afirmar que la observación de una
piedra, de un insecto o de una cantera pongan en juego exactamente la misma competencia,
a la manera en que un martillo siempre es el mismo sin importar cuál sea el
clavo que se clava. Sin embargo, parece muy evidente que una forma de atención,
de concentración, de camino para interrogar una realidad (que es al mismo
tiempo parecida y diferente), intentar describirla y
comprenderla, está en juego en cada caso.
¿Por qué se considera que la observación
es minuciosa?
La observación,
antes de proporcionarnos impresiones o conocimientos o la materia a cuestionar,
es un ejercicio: se trata de mantener los sentidos y la atención totalmente
dirigidos hacia lo que se quiere observar. Esta atención debe conducir a ver
más allá de la primera impresión; a ver. sobre todo, más allá de la idea que
uno se ha hecho de la cosa, ya que, a cualquier edad, uno ve lo que espera ver.
Hay que mirar con mucha atención para estar seguro de lo que se ve. Para que el
ejercicio tenga la concentración que se desea es necesario que el tema valga la
pena a los ojos de los niños y se necesitan algunas precauciones de tipo
material
.
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