-Los maestros japoneses creen que la fuente más poderosa de
influencia que tienen sobre los niños es ser vistos sin ambivalencias, como
figuras benevolentes; por lo que los maestros tienen cuidado de no interactuar
con los niños de forma desagradable, estresante o emocionalmente compleja
(por supuesto esto es up ideal de los maestros en Japón, como en otros países,
ocasionalmente pierden el control y dicen y hacen cosas de las que se
arrepienten más tarde).
-Los directores, que con frecuencia son hombres en este
mundo de mujeres y niños, en general parecen ser
apropiados para desempeñar este papel. Ellos periódicamente dan conferencias a
grupos compuestos sobre comportamiento, de la necesidad de trabajar y jugar con
entusiasmo, de despertar temprano durante las vacaciones como lo hacen durante
el año escolar, de comer bien. De hacer mucho ejercicio y de ser respetuosos
con sus mayores y conscientes de los sentimientos de los demás.
-El japonés reconoce que los niños nacen con habilidades
desiguales y que algunos tienen talentos especiales, pero la sociedad japonesa
en general, y los maestros en particular, ven el papel de la educación, y
quizás especialmente la primaria y preescolar, más para compensar que ordenar o
acentuar más estas diferencias de habilidades.
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