Komatsudani:
un preescolar japonés*
Los japoneses, en
contraste con los estadounidenses, rara vez ven la inteligencia en un niño
menor como una característica de valor libre que se puede utilizar para tener
buenos o malos resultados (Levine yWhite, 1986). Más aún, los japoneses tienden
a ver la inteligencia tan cercanamente relacionada con la acción moral ya
vincular los términos orikó (astuto) y alama ga j¡ (inteligente), cuando
se aplican a niños pequeños, con elogios como kashikoi (obediente, bien
portado) erai (digno de alabanza), kí ga tsuku (sensible a los
demás) y wakareru (comprensivo).
En Estados Unidos la inteligencia
y astucia se pueden asociar tanto con comportamientos, antisociales como
con conductas deseables, lo cual se puede apreciar en expresiones como:
"sabelotodo", "demasiado inteligente para su propio
bien", "no te hagas el listo conmigo, jovencito". Sin embargo,
en Japón la mala conducta se asocia más con no ser suficientemente inteligente
(falta de entendimiento). Lewis da el ejemplo del maestro que explica las
acusaciones de mal comportamiento de sus alumnos en una excursión, (se
lanzaron piedras) diciendo: "sí hubieran entendido que estaba mal,
no lo hubieran hecho" (1984, p. 77).
Con frecuencia se
escucha a 'maestros y adultos japoneses usar la 'palabra astuta para
halagar a un niño en edad escol;r, por varias acciones socialmente aprobadas,
incluyendo comportamientos que los estadounidenses considerarían que tienen
poco o nada que ver con la inteligencia, como ayudar en la limpieza. En
estas situaciones las palabras astuto e inteligente se utilizan
más o menos como sinónimos de las palabras bien portado y digno de
elogio.
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